Movistar pisa el freno de la fibra óptica
La decisión pendiente de la CNMC, fundamental para tal decisión.
14/09/2015.- La paz en el sector de las telecomunicaciones parece por momentos una utopía que nunca llegará. No son pocas las batallas en las que se encuentran inmersas los principales operadores del país y todo apunta a que la tregua tardará en llegar, al menos en lo que se refiere al terreno de la fibra óptica, el pilar fundamental de las ofertas convergentes de las compañías.
Así, el desarrollo de estas redes de nueva generación firma un nuevo capítulo. Telefónica, que ya venía avisando desde hace unos meses, frenará finalmente el despliegue de su red FTTH en lo que queda de año. La decisión, todavía pendiente, de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para la regulación en este terreno ha sido fundamental y ahora la llegada de la fibra óptica alcanzará a 14 millones de hogares, dos millones menos de lo previsto inicialmente.
Ya se sabe que las comparaciones son odiosas pero los datos no engañan. El pasado año Telefónica alcanzó casi los siete millones de hogares mientras que al cierre de 2015 la llegada de su red habrá llegado a tres millones y medio aproximadamente, una cifra que, sin duda, llama la atención.
La necesidad de una regulación en el ámbito de la fibra óptica se presenta fundamental para que el desarrollo de estas redes alcance a quien de verdad importa, los usuarios y clientes. Sin embargo, Movistar no parece querer hacerlo a cualquier precio. En febrero de este mismo año una filtración de El Paísdejó claro que el retraso voluntario en el desarrollo de la fibra iba a ser un hecho y así ha sido.
Posiciones enfrentadas
Movistar ha sido clara al respecto. La compañía no quiere que la gran inversión llevada a cabo beneficie a sus competidoras más directas, Vodafone y Orange, quienes han mostrado su sorpresa por este movimiento en reiteradas ocasiones llegándo a calificar la situación como una “reacción desproporcionada”.
Porque tanto Vodafone como Orange alegan que desregularizar la banda ancha ultrarrápida es necesario para garantizar la libre competencia en el sector. De hecho, el operador británico cree haber demostrado su compromiso con el desarrollo de este segmento con su impulso en la red 4G y de fibra óptica.
Unos apoyos peculiares
Aunque parezca algo surrealista, Partido Popular y sindicatos compartían la misma visión en este tema. El PP tomó cartas en el asunto y presentó una moción de censura a favor de la compañía azul al creer que la propuesta de la CNMC era “desproporcionada”. Pero el mayor riesgo que hacía patente el grupo popular eran las “consecuencias indeseadas” que acarrearía tal decisión del organismo regulador como los 40.000 puestos de trabajo ligados al desarrollo de este tipo de redes.
Postura similar adoptaban los sindicatos que veían en la maniobra de la CNMC un serio problema que afectaría al empleo en nuestro país y la brecha que se abriría dejando una España de dos velocidades. Sin embargo, fue el PP quien decidió dar marcha atrás y suspendió la moción de censura presentada de forma indefinida.
La CNMC no le quita el ojo a Movistar
Como si de su propia sombra se tratara, el organismo regulador no se despega de la compañía azul. Ya en Santander, durante el reciente Encuentro de las Telecomunicaciones, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia declaró que se encuentra con la lupa puesta sobre Movistar por la compra de Canal+ y el lanzamiento de su paquete de televisión Premium por 9,9 euros al mes.
Con o sin apoyos, lo que es un hecho es que Movistar ha quitado el pie del acelerador en la carrera por llevar la fibra óptica a gran parte del territorio nacional a expensas de la regulación que se lleve a cabo, aunque los grandes perjudicados mientras tanto no serán otros que los usuarios. ¿Continuará Movistar más adelante con la misma política o pisará de nuevo el acelerador? La CNMC será quien nos dé la respuesta.
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