Yoigo, en apuros

La filial de Telia Sonera atraviesa uno de los peores momentos de su historia en España. Acumula seis meses consecutivos perdiendo clientes en el mercado de la portabilidad y por si fuera poco acaba de perder el contrato que le vinculaba con Pepephone, uno de los operadores móviles virtuales más conocidos y valiosos.

Yoigo ha dejado de ser la operadora que brillaba a costa de robar abonados a sus competidores. El 2014 está siendo de lejos el peor año de su trayectoria y de momento lleva seis meses perdiendo clientes en portabilidad. El pasado mes de agosto restó 3.700 líneas y aunque el balance total del año es positivo, tan solo ha ganado 15.000 abonados gracias a los meses de enero y febrero donde sumó 58.000 portabilidades netas.

De cara al cuarto trimestre los responsables de la compañía tampoco pueden ser muy optimistas y es que históricamente siempre ha reducido sus ventas porque precisamente baja su inversión en terminales,  palanca que arrastra abonados y que permite a la compañía ganar contratos de alto valor con vinculación superior a doce meses.

La pérdida del contrato con Pepephone

La operadora de los lunares ha sido la última en dar un disgusto a la filial de Telia Sonera. Después de haber firmado un contrato en febrero para utilizar la red de Yoigo en lugar de la de Vodafone y así ofrecer 4G, el OMV ha decidido cambiar de estrategia aliándose con Movistar para poder prestar el servicio.

Yoigo firmó con Pepephone sin el consentimiento de Telefónica para poder utilizar su red. Esto supuso la apertura de un expediente en la CNMCEl problema fundamental es que Yoigo firmó con Pepephone sin el consentimiento de Telefónica para poder utilizar su red. Este hecho supuso la apertura de un expediente en la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) que lejos de resolverse todavía sigue su trámite y que ha obligado a Pepephone a tomar esta decisión que le asegura el cambio de operador de red antes de que finalice este año.

Es importante tener en cuenta que el OMV perdió clientes en agosto en el mercado de la portabilidad por primera vez en muchos años. El bloqueo entre Vodafone y Yoigo impidió que la operadora adaptara sus tarifas a la fuerte competencia y a pesar de que goza de una excelente imagen y fidelidad por parte de sus clientes, se dejó 300 abonados lo cual es un hecho extraordinario teniendo en cuenta la excelente trayectoria de la teleco dirigida por Pedro Serrahima.

La pérdida del contrato de Pepephone supone para Yoigo un problema adicional y es que de momento ningún OMV estará pensándose cambiar de operador de red a pesar de que la filial de Telia tenga capacidad subarrendar su red con condiciones más ventajosas. Tampoco hay que olvidar que Yoigo no tiene red fija y depende completamente de Movistar para ofrecer ofertas convergentes, lo cual limita la capacidad comercial y sobre todo el alcance de las mismas.

¿Qué alternativas le quedan a Yoigo?

Yoigo necesita ser adquirida por un gigante o bien fusionarse con una compañía más pequeña para ganar volumen porque tal y como está el panorama resulta complicado pensar en una pronta recuperación.

Diversos analistas apuestan por una fusión con Jazztel, lo cual tendría mucho sentido porque ambas operadoras se complementan a nivel de red pero en este momento la operadora presidida por Leopoldo Fernández Pujals está centrada en desplegar fibra óptica y mantener su cotización que sitúa su valor por encima de los 2.500 millones.

El final de 2014 y el comienzo de 2015 promete ser interesante en el mercado de las telecomunicaciones y es que la consolidación no ha hecho más que empezar.